MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha reconocido este martes ante el Tribunal Supremo que buscó "alternativas" dentro de la ley tras perder las elecciones de 2022 contra Luiz Inácio Lula da Silva pero ha negado que hubiera hablado de dar un golpe de Estado, en el marco de su primera comparecencia como imputado en un complot golpista.
"Cuando hablamos de un proyecto de ley, parece que se trata de un proyecto de ley perverso. Rechazo cualquier posibilidad de hablar de un proyecto de ley golpista o de un proyecto de ley que no se ajuste a la Constitución brasileña", ha declarado.
Al ser preguntado por el juez Alexandre de Moraes sobre el contenido de las reuniones con comandantes militares a finales de 2022, el exmandatario ha afirmado que abordaron la posibilidad de actuar "dentro de la Constitución", según recoge el portal de noticias G1.
"No puedo garantizar que tal o cual asunto se discutiera tal o cual día. Las reuniones que se llevaron a cabo se basaron, en gran medida, en la decisión del TSE (Tribunal Superior Electoral). Cuando presentamos una petición sobre posibles vulnerabilidades y, al día siguiente, no fue aceptada, no se discutió más", ha declarado.
Bolsonaro ha considerado que el pago de una multa impuesta por el TSE contra su formación política, el Partido Liberal, por pedir la invalidez de los comicios impidió, a su entender, cualquier cuestionamiento del resultado electoral. "Entendíamos que, si apelábamos, la multa podría aumentar", ha manifestado.
Asimismo, ha rechazado que su gobierno discutiera la posibilidad de llevar a cabo plan golpista: "Por mi parte, nunca se habló de un golpe de Estado. Es abominable. Sería fácil iniciarlo y las consecuencias serían impredecibles y perjudiciales para todos. Brasil no podría pasar por una experiencia así. La posibilidad de un golpe ni siquiera se consideró durante mi gobierno", ha dicho.
Además, ha negado que el excomandante de la Armada Almir Garnier pusiera tropas a su disposición para ejecutar medidas golpistas que revirtieran el resultado electoral. "Bajo ninguna circunstancia. (...) No había clima, ni oportunidad, ni una base mínimamente sólida para hacer nada", ha sostenido.
En cuanto a sus declaraciones en contra del proceso electoral tras insinuar que hubo fraude en el voto electrónico, Bolsonaro ha aseverado que ha tenido una retórica a favor del voto impreso y que nunca ha tomado ninguna medida en contra de la Constitución.
También se ha disculpado por sus acusaciones sobre que ministros del Alto Tribunal estaban "recibiendo dinero" para manipular el resultado, reconociendo que "no existe ninguna prueba" y que "no tenía la intención de acusar a nadie de ninguna mala conducta".
El expresidente forma parte junto a otras siete personas del núcleo principal de esta trama, por la que se les acusa de asociación criminal, intento de abolir de manera violenta el Estado de derecho, golpe de Estado y daños al patrimonio, que culminó con el intento de tomar las instituciones del 8 de octubre de 2023.